Mi cumpleaños en Europa

Hoy, a pocas horas de cumplir mi primer cuarto de siglo en la tierra, mis primeras 25 vueltas al sol, mis primeras 25 primaveras, etc... no me siento nada feliz.

Y no es que no me sienta feliz de estar donde estoy y haciendo lo que estoy haciendo. Estoy en un lugar maravilloso, logrando triunfos que jamás hubiera imaginado posibles si no fuese por el apoyo incondicional de mis padres, esos a quienes no escogí (ni ellos a mí) y a quienes les debo mi vida entera.

Muchas veces he criticado a mi país por la situación política (y económica) en la que está sumergido, hundido, ahogado (precisamente por eso es que quisiera no tener que volver). Pero sinceramente eso no quiere decir que no amo el lugar donde he pasado digamos el 95% de mi vida.

Yo amo a mi país, amo a Colombia como nadie la puede amar, pero al mismo tiempo la odio. Y escucho a Pala y es como si me leyera la mente. Odio a sus políticos. Odio la guerra (y no pienso seguir otros 50 años en ella). Odio la incertidumbre. Odio la inseguridad. Odio el miedo. Y todas esas cosas, no las extraño ni en lo más mínimo.

Pero extraño con toda mi alma a mi familia, mi hogar, mis amigos, mis mascotas, mis montañas, mi gente, mi sol, mi lluvia, mi calor. En alemán hay una palabra muy bonita que no tiene traducción a ningún otro idioma: HEIMAT, lo más cerca a traducirla es Hogar, Patria. Hoy siento un dolor de Heimat, de ese lugar que me vio crecer, de esas personas que me llenaron la vida con alegrías.

A veces me preguntan qué es lo que más extraño de mi país, y dependiendo del día mis respuestas pueden variar, por ejemplo:

Extraño almorzar en casa con mi mamá, cocinar con ella, ver tv con ella, jugar con ella y con Zeus, dormir con ella y con Zeus (mi gato).

Extraño salir con mis papás, ir a comer, a bailar, a tomar, a ver al verde. Extraño las conversaciones con mi papá, extraño montar bici con mi papá.

Extraño a mi concha del mar (mi abuela hermosa), con sus palabras de aliento cada día, con su grito levanta ejército, con su baile adorable, con sus besos, sus abrazos, sus sonrisas, su forma de cocinar, su todo. Es mi concha que al abrirla contiene un tesoro único: su amor. El amor de madre con que me crió ("no se haga voltear el mascadero!"), el amor de abuela con que me malcrió ("ya comió hija?").

Extraño a mi tía loca, que siempre me aconseja exactamente lo opuesto a lo que me dicen mis papás, la adoro. Me encanta hablar con ella, desahogarme, reírnos, hacernos cosquillas (más yo a ella pues).

Extraño a mis chinches (mis primitos), todos y cada uno, de todos aprendo, a todos enseño, mi impaciencia también llega a sus límites, pero los amo, su alegría, sus ganas de reír, de jugar, de cantar, de bailar.

Salir a comer con mis amigos, bailar, cantar, tocar en el grupo de la U, saltar, jugar volley, fúbol, montar bici...HEIMAT

Pero además de eso qué extrañas? me preguntan. Muchos extrañan la comida, el chocorramo, no sé, cosas así. Yo no. Yo extraño a mi familia y mis montañas. Solo con eso sería completamente feliz en este continente tan perfecto (e imperfecto), pero tan lleno de vacíos.

Y en unas horas, que es mi cumpleaños, desearía con todo mi corazón poder estar con ellos nuevamente, por un día, por una hora, por un minuto, decirles cuanto los amo, agradecer por todo lo que han hecho por mí, y simplemente abrazarlos. Abrazarlos hasta que nos fundamos en amor y todos los pedacitos que se me han roto en el pasado vuelvan a juntarse.

...Feliz cumpleaños a mí...

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Es el sentimiento que sentimos la mayoría, o yo creo que todos los que salimos del país. Ya la decisión de regresar se centra entre escoger a la familia o a otro país más desarrollado, pero no perfecto. ¡Un saludo, un abrazo y éxitos por allá!
Santiago ha dicho que…
Tan bonita... Un feliz cumpleaños sarita lleno de buenas emociones. como las que expresas, que son las mismas que motivan a regresar a la tierra que lo parió a uno, entre parias y cafres pero ante todo entre esos pocos que nos mostraron el mundo de la bondad... en fin te recuerdo hoy más que ayer. Un abrazo. Santi
Unknown ha dicho que…
Hola mi amor. Qué sentimiento te embarga en esta fecha tan especial pero nada, para delante siempre. Toda decisión trae consigo renuncias.

Un abrazo y a pesar de tu nostalgia, espero que tengas un feliz cumpleaños.

Quien siempre estará ahí ... tu papá.